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jueves, 13 de agosto de 2020

GALLETAS DE AVENA

 



Ya estoy aquí otra semana más...Espero que vengáis con hambre.

Hoy os traigo una receta dulzona y que nos encanta, sobre todo a mí. Además de que te deja bastante saciada, las prefiero mil veces más, que todas las que venden en el supermercado. Estas son muchísimo más saludables y super rápidas de hacer.

Primero vamos a empezar con las de avena y arándanos.
Ingredientes;

*2 Tazas de avena sin moler.
*2 Plátanos maduros.
*3 Cucharadas de miel.
*Media taza de arándanos secos.
*Una cucharadita de vainilla.
*Una cucharadita de canela.

Bien, pues una vez que tengamos todos estos ingredientes nos ponemos a cocinar... A mis hijos les encanta hacer esta receta.
En un bol machacamos muy bien los dos plátanos y empezamos a meter todos los demás ingredientes. La miel es opcional, pero yo si que la puse, las endulza bastante y luego no saben prácticamente a miel. Por otra parte, la avena me tocó comprarla en un herbolario, ya que donde suelo comprar habitualmente, no tenían avena entera.
Vale, una vez ya lo tenemos todo bien mezclado, con una cuchara sopera iremos poniendo la mezcla sobre un papel vegetal, que a su vez estará encima de la bandeja que utilizaremos para el horno. Ahora, todo depende de como quieras hacer de grande tus galletas, las irás poniendo y a la vez las presionas un poco con la misma cuchara. Con estos mismos ingredientes no me bastó solo con una bandeja, me toco utilizar parte de otra. Se me olvidaba, que mientras vas preparándolo todo, el horno lo calientas a 190º unos quince minutos. Seguidamente meteremos nuestras galletas al horno unos 20 minutos. Luego dejaremos que se enfríen un poco y las colocaremos en una bandeja de rejilla para que se terminen de enfriar. ¡Listo! Galletas terminadas y buenísimas... De verdad, comiéndome dos o tres, me quedo muy llena.

La otra es para los más dulzones. Es igual a la primera, solo que la avena en vez de ponerla entera la pasé por la licuadora. Si os fijáis en la foto se puede apreciar un poco. Y en lugar de arándanos, le añadí pepitas de chocolate...¡Están las dos buenísimas!. En mi casa gustó más la de chocolate, pero yo me quedo con la primera... bueno, según el día!😄 Como veis es una receta muy sencilla y la podéis combinar con lo que más os guste o lo que tengáis por casa...Tengo que decir que no se quedan crujientes, se quedan más bien melosas. Aguantan perfectamente cuatro o cinco días fuera de la nevera, solo que cada día que pasa, se van secando un poco...Yo las tapé con film transparente.
Espero que os haya gustado la receta y la pongáis en práctica. Ya me diréis si os gusta.

Os mando un besazo y hasta la próxima🧿


                         💜Evolución consciente💜

miércoles, 5 de agosto de 2020

Una pareja feliz - 4 -



Hola tribu!! ¿Cómo lleváis el calorcito? Esperemos que bien...
Que ganitas tengo de que se estabilice esto del virus ya de una vez...
Bueno, seguimos con las partes de: una pareja feliz.. Muchas de las cosas que pongo, cuestan un poco de cambiarlas, pero, sobre todo de aceptarlas. El dichoso ego nos manipula...

Cuando nuestras parejas empiezan con el rollo <<si me quisieras, me entenderías sin que tuviera que decirte nada>> es una trampa, una manera de manipular la situación. En realidad, nadie necesita rellenar el vacío de nadie,  nosotros mismos somos los que tenemos que sanar y empezar a querernos. Eso es un juego, al que juegan las personas angustiadas para poner a prueba a sus parejas, pero lo único que hacemos con eso, es confundirlas más, enfadarlas o incluso cansarlas. A mí me pasaba antes con mi pareja. Discutíamos por cosas, que solo yo y únicamente yo, podía arreglar. Pero a veces nos creemos que ell@s tienen la obligación de rellenar esos vacíos y/o carencias que tenemos desde la infancia y que aún nos queda por sanar. Pero es cosa nuestra, no de ell@s. Hasta que yo lo entendí, me lleve muchos disgustos. Deberíamos de explicarles todo lo que sentimos y necesitamos, no para que ello@s nos lo den, si no, para que nos entiendan cuando nos sentimos mal.

Luego, por otra parte, no deberíamos de dejar los asuntos importantes para cuando la relación esté apunto de terminar, como ocurre en muchos casos. Antes de casarnos o irnos a vivir con nuestra pareja, no solemos hablar del matrimonio ni de la convivencia, de los hijos, ni el dinero...  ¿a que no? Luego llega un momento, que uno de los dos decide que quiere tener hijos y el otro no lo tiene tan claro... Pero, como estamos tan enamorados al principio, no nos importa nada de eso..Luego vienen los problemas. Si nos parásemos a pensar antes que nada, seguramente nos sentaríamos con nuestra pareja y le diríamos, ¿Queremos tener hijos?, ¿Cuántos?. ¿Cómo los vamos a educar? Así no pasaría, que, después se ven las opiniones tan diferentes que tienen cada uno. En eso yo he tenido bastante suerte, porque los dos opinamos lo mismo respecto a la educación que le damos a nuestros hijos. Parece tontería, pero no lo es para nada... Cuando alguno de los dos piensa diferente, es un gran problema, sobre todo para los niños.
Todo esto, viene de nuestras vivencias y de los introyectos que tenemos desde que somos pequeños. Son esas ideas, normas y conceptos, con los que juzgamos, lo que está bien o está mal. Pero es todo según de quién y como lo mire. Ni lo que yo digo es lo ideal, ni lo que dices tu. Opiniones, miles... Si hay respeto, sobra todo lo demás.

Esto es un tema muy extenso... así, que lo dejo aquí. Ojalá resuene. Solo deciros, que había muchas cosas de mí que no me gustaban y decidí cortar patrones. ¡SE PUEDE!
Os mando un beso fuerte, cuidaros y a disfrutar..🧿

                               💜Evolución consciente💜